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Cuentos compartidos: Un cuento que siempre se ha contado…
Por Kristal Angelino
Ciudad de México, 28 de febrero de 2025.- ¿Te imaginas poder cambiar el final de las personajes de los cuentos? Este es el poder de Penélope Rivera, narradora y cuentacuentos del Programa Libro Club de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, quien narró algunos de los cuentos más conocidos por el público, como La cenicienta y La caperucita, con la diferencia de que las protagonistas eligen sus propios finales.
Fue en el Palacio de Minería durante la Feria Internacional del Libro que Rivera contó a su audiencia cuatro cuentos en el preámbulo del Día Internacional de la Mujer. El salón de Libro Club quedó absorto luego de que Penélope cambiara uno de los finales más conocidos de los cuentos de princesas: La Cenicienta.
Mediante una mirada actualizada, rejuvenecida y humorista, Penélope Rivera dio un giro de 180 grados al papel de Cenicienta en su narración convirtiéndola en una historia real ubicada en el mundo contemporáneo.
“No era una fiesta en el palacio del príncipe, pero sí era la fiesta del hijo de la abarrotera al que le decían ‘El Príncipe del barrio’, no había un hada madrina, pero sí una vecina muy comprensiva y “buena onda”; no era un vestido creado con magia, pero sí un outfit comprado en la paca. No bailó el vals con el príncipe, pero sí reguetón con él durante toda la fiesta. Eso sí, su zapatilla, que se la había prestado la vecina, sí era de cristal”, recitó la autora.
No era un cuento de hadas, pero sí uno donde Cenincineta al quedarse con el príncipe —luego de haber dejado su zapatillas de cristal en casa del hijo de la abarrotera y este la buscara por el barrio hasta encontrarla y casarse con ella— se dio cuenta de su infelicidad. Así, con ayuda de sus amigas y su vecina, logró separarse del príncipe para empezar de nuevo y hacer su propio camino.
Penélope Rivera fue aclamada por el público luego de terminar los cuatro cuentos narrados. No sólo fueron historias, sino narrativas deconstruidas de los típicos finales, donde las mujeres, en esta ocasión, rompen con lo que siempre se ha contado. Es decir, sin caer en lo ortodoxo y en los roles de género, las personajes construyen sus propios finales.