> Sala de prensa

Boletines

27 Feb

“No tengo suerte”: ‘Estación De Ueno’, novela de Yū Miri y su traductora, Tana Ōshima

Por Estrella Tome

Ciudad de México, 27 de noviembre de 2025.- El día 11 de marzo de 2011, la vida de los japoneses cambiaría por completo al presenciar un terremoto de magnitud 9.1, el cual desembocó tanto un tsunami como un accidente nuclear en Fukushima. Aquellos seis minutos fueron eternos para la población que perdería todo. Tiempo después del incidente, Yū Miri llegaría como voluntaria a Minamisōma, área cercana a donde ocurrió aquel accidente.

Miri tenía un proyecto previo: escribir una historia corta sobre la perspectiva de una persona sin hogar en la estación de Ueno, Taitō. La terminal despertó su interés al tener un gran índice de personas en situación de calle que en cierto periodo de tiempo eran desalojadas. Esta ‘limpieza especial’ era hecha de forma represiva, para recibir autos lujosos y personas influyentes.

La historia se fue alargando al comenzar a entrevistar a estas personas. ¿De dónde venían? ¿Por qué vivían en esas condiciones? Posterior al accidente, cerca de 600 damnificados contarían su historia, pero uno en particular llamaría su atención. Aquel hombre marcaría un antes y un después al reiterar constantemente un: “no tengo suerte”. El individuo trabajó toda su vida y cuando estaba a punto de retirarse con sus ahorros, un desastre natural le arrebató lo que había conseguido.

Estación de Ueno es una historia que nos presenta a Kazu, un varón sumido en un contexto real de la sociedad japonesa, donde las personas provenientes de Tohoku, al terminar su educación secundaria se van a la ciudad, siendo la estación de Ueno y los alrededores lo primero que conocen, para después trabajar jornadas extensas en distintos puestos inferiores. El pueblo de donde proviene tiene una especie de lineamiento en las familias: los terrenos que los padres heredan, sólo pueden ser dejados a sus primogénitos, siendo los demás hermanos condenados a no tener un patrimonio. Kazu observa con impotencia desde su condición la transformación de su entorno al observar cómo en el lugar donde terminó lo ha vuelto un espíritu más sin hogar.

La traducción del libro fue realizada por Tana Oshima, quien requirió más conocimientos aparte del idioma, como el de las traducciones de oraciones budistas dentro de la obra, investigando sobre lectura de ideogramas que le resultan arbitrarias y deteniéndose pueblo por pueblo para enriquecer la obra. “Un traductor no es solo alguien que cambia a otro idioma un texto, yo considero que es también un escritor” reconocería Yū Miri a Oshima.

Miri relató que una de sus metas es escribir sobre sus orígenes, particularmente de su lado paterno, pues aún al ser originaria de Japón y escribir en el idioma estándar del país, sus padres son coreanos. Comentó estar en planes de tomar un curso intensivo de coreano, sembrando la posibilidad de una nueva obra que nos remita a su pasado histórico. Las posibilidades de trabajar nuevamente con Oshima se inclinan a una gran probabilidad.

Volver

ACTIVIDADES CULTURALES

PROGRAMA GENERAL

FEBRERO
Dom Lun Mar Mie Jue Vie Sab
          21 22
23 24 25 26 27 28  
MARZO
Dom Lun Mar Mie Jue Vie Sab
            1
2          

Cartel 46 FIL Palacio de Minería

La Feria de los libros en AM