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Juventudes que sienten, piensan y transforman el mundo
Por Rosario Gamboa
- Una obra que recoge voces, experiencias y resistencias, tejiendo un espacio de reflexión sobre el cuidado colectivo, la violencia de género y la construcción de nuevas realidades.
Ciudad de México, 28 de febrero de 2025.- Escuchar, sentir y reflexionar colectivamente sobre las violencias de género y los mandatos sociales es un acto de resistencia y autocuidado. Aquí entre nos. Sentipensares juveniles para el cuidado colectivo es el resultado de un proceso en el que jóvenes universitarios construyeron un espacio de diálogo para explorar experiencias de vulnerabilidad, estrategias de apoyo y herramientas para el cuidado mutuo.
Más que un libro, es una invitación a cuestionar las estructuras que rigen la sociedad y a imaginar formas más justas de habitar el mundo. Este proceso se cristalizó en una obra que no solo documenta estas vivencias, sino que también llama a la acción y al cuestionamiento de las estructuras que rigen la sociedad.
La narrativa de este libro se construye a partir de tres preguntas fundamentales: ¿Cómo se ha instalado la violencia de género en la universidad? ¿Qué experiencias de vulnerabilidad atraviesan los estudiantes de la FES Zaragoza? Y lo más importante: ¿qué acciones creativas, combativas, amorosas y solidarias surgen para contrarrestar estas violencias? Las respuestas surgen desde la voz de quienes han habitado estos espacios, transformándolos en lugares de resistencia, aprendizaje y sanación.
Jessica Gutiérrez destaca que este libro no es solo un compendio de testimonios, sino un recurso terapéutico y sanador. Acompañada de materiales complementarios como performances, documentales, playlists y un miniglosario feminista, la obra permite a los lectores acercarse a estas experiencias con empatía y comprensión.
Su carácter didáctico y accesible lo convierte en un punto de encuentro para todas las edades, ofreciendo herramientas que pueden ser consultadas en momentos de reflexión personal o colectiva.
Por su parte, Gerardo Mejía Núñez resalta el equilibrio entre el lenguaje coloquial y el sustento teórico del contenido. El libro logra ser ameno sin perder profundidad, lo que facilita su difusión en diversos espacios.
El texto es un producto de divulgación que permite que las juventudes se reconozcan en sus páginas, comprendan sus derechos y encuentren rutas de apoyo ante situaciones de violencia de género o discriminación.
Caridad Rangel Yépez enfatiza la importancia del ritual en la lectura. En la presentación, se entregó a los asistentes una vela aromática, símbolo del despertar de la conciencia y del acompañamiento que estas páginas buscan ofrecer.
Yépez manifestó que el conocimiento no es solo racional, sino que atraviesa el cuerpo, los sentidos y la emoción. Así, este libro se convierte en un espacio sagrado de reflexión, donde imaginar y construir mundos más justos es posible.
Azucena Ojeda Sánchez subraya que esta obra nació de un proyecto de investigación en 2020 y evolucionó hacia una construcción colectiva en redes sociales, desdibujando las fronteras entre lo académico y lo cotidiano.
Compartir saberes y sentires es un acto de dignidad, una forma de sanar a través del reconocimiento y la conexión con los otros. Desde la recuperación de prácticas ancestrales hasta la creación de nuevas estrategias de cuidado, este libro teje hilos de esperanza en un mundo que aún tiene mucho por transformar.
Más que un libro, es una invitación a cuestionar, sentir y actuar. Con cada página, se abre un espacio para la introspección, la solidaridad y el cambio. En un sistema que impone normas y jerarquías, el autocuidado se convierte en un acto político y revolucionario.